Ahora les quiero platicar sobre la ciudad más bonita y maravillosa del mundo desde mi punto de vista, que es Paris,llamada también “La Ciudad Luz”, “La ciudad del amor”, “La segunda casa de todos los seres humanos” según Jefferson o “La ciudad donde todos los sueños se vuelven realidad” según yo…
Pienso que existen seis caras de París: La París turística, la de los grandes monumentos del pasado, una París secreta y desconocida, la de los pequeños museos y esquinas escondidas, llenas de arte, cultura, amor y pasión, la París de la moda y el glamour, claro está que de ahí vienen los mejores diseñadores, la París gastronómica, ¿qué dicen de los vinos, crepas, chocolates y pasteles?, una París a lo largo del romántico río Sena y una París de los grandes parques como el de Las Tullerías, Luxemburgo o los jardines del Palacio de Versalles.
“La París turística, la de los grandes monumentos del pasado, una París secreta y desconocida, la de los pequeños museos y esquinas escondidas, llenas de arte, cultura, amor y pasión, la París de la moda y el glamour...”
París es una bella ciudad y capital de Francia, situada en Europa, el que es también llamado “el viejo continente”. Paris ha pasado por todas las épocas y diferentes dinastías, tuvo momentos de esplendor pero también páginas obscuras.
Esta ciudad fue fundada por los galos que crearon un centro urbano al lado del rio Sena. En el 53 a.C. llegó Julio Cesar y la llamo Lutecia. Tiempo después los galos se vieron amenazados por los bárbaros y tuvieron que trasladarse a la Isla de la Cité y a partir de ésto, la ciudad se fue ampliando sobre las orillas del río.
Entre los años 1180 y 1223 se inició la construcción del Museo de Louvre y se fundó la Universidad. En el reinado de Luis IX, el santo, se construyó la Capilla Santa y la Basílica de Nuestra Señora o “Notre Dame”.
En el reinado de Luis XIV, el Rey Sol, la ciudad contaba con medio millón de habitantes. En 1789 comenzó la Revolución Francesa, la cual marcó el comienzo del mundo moderno
Entre 1804 y 1814, cuando Napoleón era emperador, Paris se embelleció, ya que se construyó el Arco del Triunfo, la Columna Vendome y se amplió el Louvre. En 1889 se levantó la Torre Eiffel para la exposición Universal.
Para ver todas las caras de Paris necesitas mínimo unos quince días. Si no tienes mucho tiempo, verás sólo algunas, pero no importa porque París siempre estará ahí y es un buen pretexto para regresar. Pero si vas a estar poco tiempo, yo te recomendaría que visites los lugares que se encuentran a la orilla del río Sena y la avenida más importante de Paris, Campos Elíseos.
Claro que puedes ir también a las callecitas que te encuentres en el camino, las cuales tienen todos los toques de París: romántico, elegante, histórico, lujoso, artístico, etc. Siempre que viajo me gusta perderme porque es la mejor forma de conocer los lugares más inéditos y típicos del lugar, más que sólo ir a los lugares que te indican los mapas o las guías turísticas.
Te recomendaría que iniciaras en la Isla de la Cité, donde se encuentra la Basílica de Notre Dame. En los alrededores de ésta se encuentra el Barrio Latino, que es muy concurrido por los citadinos por su variedad en restaurantes y bares. Hay muchos restaurantes en éste barrio que ofrecen menús de tres y cuatro tiempos, de típica comida francesa desde 10€. Lo que yo he hecho casi siempre que voy a París es pasear en el día y comer en los diferentes puestos de crepas que hay por todos lados y ya en la noche ir a cenar bien al barrio latino y después, ¿por qué no?, ir a algún barecito. Por eso recomiendo empezar por ahí, para que ubiques a donde debes regresar para cenar. La estación de metro se llama “St. Michel” y es la línea cuatro.
La comida francesa, en especial la de París, es deliciosa. Te recomiendo probar obviamente las crepas dulces como la de chocolate con plátano y las saladas como la de queso con jamón o champiñones, y las baguettes con diferentes tipos de quesos como el camembert, que es el queso más rico para mí, pero también prueba la sopa de cebolla, las almejas y ostiones, los pescados, los fondues, soufflés, croissants, el pato, el Ratatouille, entre otros, que por supuesto se deben de acompañar con vino francés.
Para quien tiene poco tiempo, propondría iniciar la aventura en Notre Dame, hermosa basílica de estilo gótico que se inició en 1163 y se terminó en 1345. Su arquitectura es realmente bella y la fachada está adornada por numerosas estatuas que representan diferentes personajes como los reyes de Israel y Judá, la Virgen con el niño, Adán y Eva, entre otros; y en la parte superior por Gárgolas. Por dentro se encuentra la Virgen de Guadalupe. Puedes subir al campanario, para llegar ahí debes subir aproximadamente unos 380 escalones muy angostos y en espiral, así que es recomendable tener buena condición física y siempre llevar una botella con agua; pero vale la pena porque tienes una vista increíble de París.
Caminando a la orilla del rio Sena, encontrarás diferentes puentes como el Pont Neuf, que es el más antiguo (1607), el Pont des Arts que es muy romántico y famoso por los candados que se colocan en los barandales, éstos simbolizan el amor eterno de una pareja (así que no olvides llevar tu candado), el Pont du Carrousel, Pont Royal, Pont Alexandre III, decorado con estatuas de ángeles, y el Pont des Invalides, entre otros.
Junto al Pont du Carrousel se encuentra el Museo de Louvre, famoso por su arquitectura, ya que en un principio se construyó con el fin de que fuese un fuerte para defender a Paris de los sajones, después fue librería, residencia de reyes y hoy en día es un museo. Este museo es conocido mundialmente porque ahí está la obra de Leonardo da Vinci “La Gioconda” llamada también “La Mona Lisa” y la Venus de Milo, entre muchas otras obras artísticas muy importantes. El museo es muy grande y cuenta con muchas exposiciones permanentes de esculturas griegas y romanas, antigüedades orientales y egipcias, pinturas alemanas, holandesas, belgas, entre otras y artes gráficas, además de que también hay exposiciones temporales. Así que si quieres hacer un recorrido general necesitaras mínimo unas cinco horas, en mi caso estuve como unas ocho.
Después del Louvre puedes pasear o ir a comer al centro comercial “Le Carrousel” que se encuentra justamente debajo del museo, aquí encontraras una variedad de tiendas francesas de ropa, belleza, joyas, etc. y también cafés, restaurantes y comida rápida. No es muy fácil localizar la entrada porque es muy pequeña, ésta se encuentra justo al lado del Arco del Triunfo del Carrusel, que fue construido para celebrar las victorias de Napoleón Bonaparte en 1805.
Puedes seguir tu recorrido caminando por los hermosos jardines de Las Tullerías para así llegar a la Plaza de la Concordia, lugar donde murieron en la guillotina algunos personajes como Luis XVI, María Antonieta, Robespierre, Madame Rolando, etc. Hoy en día se encuentra el obelisco egipcio que fue un regalo de Mehmet-Ali a Luis Felipe. Prácticamente al lado de esta plaza se encuentra la calle “Rue Royale” que es sinónimo de elegancia y moda, de hecho en esta calle se encuentran las tiendas de ropa, perfumería y joyería más caras de Paris, como Chanel, Hermès, Cartier o Maxim’s.
Siguiendo derecho se llega a la gran Avenida de Campos Elíseos o “Champs Elysees” en francés, creada en 1667. Esta va desde los Jardines de Las Tullerías hasta la Plaza de las Estrellas, donde se encuentra el Arco del Triunfo. A lo largo de esta avenida encontraras el Grand y el Petit Palais que fueron construidos para la Exposición Universal de 1900, hoy son museos de arte antiguo y moderno.
Una vez recorrida la avenida y visitadas todas las tiendas, continúa el Arco del Triunfo. También vale mucho la pena subirlo para tener otra perspectiva de Paris. El Arco del Triunfo fue mandado a construir por Napoleón I para dedicarlo a la Gran Armada francesa. Se terminó en 1836. En 1920 se colocó debajo del arco la tumba del “Soldado Desconocido” que tiene prendida una flama que jamás se apaga y se le llama “La flama eterna”. Un dato curioso es que un mexicano ha sido el único que ha logrado apagar esta flama estando borracho en el mundial de Francia de 1998, acto que provocó disgusto internacional con México.
Quien va a Paris tiene que ir por supuesto a la Torre Eiffel, porque el no ir ahí es como no haber ido a París. Esta gran obra maestra construida por el ingeniero Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1889, es hoy en día el símbolo de Paris, a pesar de que muchos se opusieron a ésta edificación, ¿quién lo diría?…
La Torre Eiffel mide 320 metros y consta de tres plataformas, en las dos primeras hay bares y restaurantes y en la tercera está el “Bar a Champagne” donde cada copa de champaña cuesta 10€, pero vale la pena porque puedes ver todo París desde un mismo lugar disfrutando de una fina bebida. Yo te recomiendo que vayas como a las seis de la tarde porque puedes admirar el panorama todavía con la luz del sol y más tarde de noche donde realmente visualizas la Ciudad Luz. ¡Es una experiencia increíble!Es tan bonito y romántico, que muchas parejas se proponen matrimonio en éste lugar.
Si quieres tomar fotos padres de la Torre Eiffel, te recomiendo cruzar a donde está el Trocadero, de ahí se ve increíble la Torre; puedes tomar fotos románticas, artísticas o divertidas como cuando brincas y sale de fondo la torre. Además en la noche siempre esta prendido este monumento pero cada hora, durante cinco minutos, se ilumina con destellos de luz que bailan a lo largo del cuerpo de la hermosa Torre Eiffel.
Esta fue una propuesta de los lugares que tienes que visitar si tienes poco tiempo, pero si tienes unos cuantos días más, puedes aprovechar y visitar más lugares a lo largo del Sena como el Museo de Quai Branly, el Hotel de los Inválidos, donde se encuentra el museo de armas y la tumba de Napoleón o el Museo de Orsay, que antiguamente era una estación de trenes.
En el Museo de Orsay se expone un medio siglo de arte que va desde el imperio de Napoleón III hasta el Cubismo. Aquí se encuentran piezas de importantes artistas como el Autorretrato de Vincent van Gogh, La Catedral de Rouen de Claude Monet, entre otros artistas.
También puedes ver el Palacio de justicia, el Hotel de Ville, que es el Ayuntamiento de Paris, -donde trabaja el Alcalde- la Plaza de la Bastilla, -donde se iniciara la Revolución Francesa en 1789- el centro Pompidou, -que ocupa lo que antes era el gran mercado de Les Halles y hoy en día es un museo de arte moderno y contemporáneo que alberga obras de artistas como Picasso o Modigliani, también cuenta con una biblioteca y un centro de investigación musical y acústica- la Capilla Santa con sus sorprendentes vitrales y la Conserjería que hoy en día es una parte del palacio de justicia pero antes era una cárcel, y aquí estuvo como prisionera María Antonieta antes de su muerte en la guillotina.
Puedes dedicar un día para ir al barrio de Montmartre, famoso por ser hogar de artistas bohemios del siglo XIX y principios del XX que acudían a lujosos cafés y teatros. En Montmartre se encuentra la Iglesia del Sagrado Corazón, construida en 1876 con una combinación de estilos entre románico y bizantino; así como el famoso cabaret “Molino Rojo” o “Moulin Rouge”. En Montmartre vivía y cantaba la famosa cantante Edith Piaf.
Cerca de Montmartre se localizan el hermoso edificio del teatro de la Ópera y el monumento de la Madeleine hecho con el estilo griego.
Otro día también lo puedes dedicar para ir al barrio de Montparnasse, que fue igualmente el hogar de muchos artistas, escritores y pintores entre los años 1920 y 1940 que hizo de Montmartre su hermano pero al mismo tiempo su rival. Algunos artistas que vivieron en Montparnasse fueron Modigliani y Picasso, así como los americanos Hemingway, Scott Fitzgerald, Henry Miller y Gertrude Stein.
En este barrio se encuentran las Galerías La Fayette, que es la tienda departamental más importante y lujosa de París, aquí puedes encontrar cosas increíbles.
En este mismo barrio se encuentra el cementerio donde está enterrado el ex presidente de México, Porfirio Díaz.
En los alrededores de este barrio se localizan el “Luxembourg”, el cual cuenta con un hermoso palacio y enormes jardines; y el Panteón que en su interior alberga muchas tumbas de personalidades como Rousseau, Victor Hugo, Voltaire, Marie Curie, entre otros.
La Defensa es la parte moderna de París, donde se encuentra muchos edificios corporativos con la nueva arquitectura de París, caracterizada por tener formas geométricas puras. También tiene un centro comercial enorme con todo tipo de comercios.
El Palacio de Versalles no puede pasar desapercibido. Éste es un lujoso palacio real que se encuentra a una escasa hora del centro de París. Mandado a construir por Luis XIV, que vivió ahí con su familia. En 1837 Luis Felipe lo convirtió en un museo de la historia francesa. Aquí se firmó el tratado de paz con los alemanes en 1919 que puso fin a la primera guerra mundial.
El Palacio es muy grande y realmente bello, una de las salas más bonitas es la de la Galería de los espejos, decorada con hermosas pinturas sobre las victorias francesas, candelabros y esculturas hechas con baños de oro.
Los jardines de Versalles son enormes y en verano se ven preciosos por todas las flores que lo decoran formando figuras majestuosas; éstos cuentan con diferentes fuentes y canales. En los jardines se encuentran otros dos pequeños palacios el “Grand Trianon” y el “Petit Trianon”. Donde está situado el Petit Trianon, también está la Aldea de la Reina María Antonieta o “Hameau” con casitas de paja, una lechería y un molino de aspas que en alguna época fue movido por el agua de un arroyo.
Como decía, los jardines son bastante grandes y un poco confusos; cuando yo fui, estaba paseando por ahí y se me fue el tiempo y cuando me di cuenta ya habían cerrado el castillo y yo estaba perdida, y por más que intentaba regresar a la entrada principal, nunca la encontré, así que en alguna parte de los jardines encontré una caseta que indicaba que era una salida. Me dirigí hacia la caseta y por suerte encontré a un guardia del palacio que estaba a punto de irse. Así que él me mostró el camino hacia la estación de trenes y desde entonces somos amigos. Fue muy casual.
Ya por último, quien de plano tenga mucho tiempo, puede ir a Disneyland París que como todos saben es un parque de diversiones que tiene cosas increíbles por ver. Obviamente es mucho más chico que los que están en Estados Unidos.
Les recomiendo que caminen para ver todas las maravillas de París, pero si de plano ya están muy cansados pueden tomar el metro que es muy parecido al de México, así que no hay problema ni pretextos para no conocer París. En mi experiencia, los franceses me trataron muy bien y siempre me ayudaron; basta con que vean que intentas hablar el idioma preguntando algo como “Parlez vous espagnol ou anglais?”
Ojalá disfrutes mucho de París y conozcas todas las caras que puedas de ésta ciudad de ensueño.
Deseo que después de ver esta ciudad, digas “Paris, je t’aime!”
“Viajar es fatal para el prejuicio, la intolerancia y la estrechez de mente”- Mark Twain
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