En esta publicación les hablaré sobre una pequeña ciudad medieval llamada Landsberg am Lech.
Esta ciudad que pareciera ser sacada de algún cuento, está ubicada sobre la “Ruta Romántica” en el estado de Baviera, que se encuentra en el sur de Alemania, a unos cuarenta minutos de Múnich.
Landsberg se encuentra junto a un río llamado “Lech”, de ahí viene el nombre de Landsberg am Lech que en su traducción literal quiere decir “Landsberg en el río Lech”. El río Lech hoy en día se utiliza para generar energía hidroeléctrica. En la Edad Media servía para transportar madera pero desde que se hicieron las rutas ferroviarias se dejó de usar el río como medio de transportación.
Landsberg es un lugar muy antiguo. Su historia comienza cuando el Duque Heinrich der Löwe en el año 1160 manda construir un castillo llamado “Landespurch” o “Landesperch”, que protegía tanto el Puente donde pasaba la “Salzstraße” o Ruta de la Sal, -que iba desde Salzburgo hasta Suiza pasando por Múnich, Landsberg y Memmingen, por donde se transportaba sal y otros objetos comerciales como seda, plata, ámbar y otros.
En aquella época era muy caro el transporte, así que esta ruta debía estar bien protegida-, así como para asegurar la frontera con el obispado de Augsburgo. La muralla de este castillo medía 300 metros de largo y aunque después se deteriorara todavía queda una parte de ésta, haciendo de Landsberg una atracción turística.
En 1923 Adolfo Hitler intentó hacer un golpe de Estado en Múnich, pero fracasó y fue arrestado. Lo llevaron a la cárcel de Landsberg y ahí fue donde escribió su famoso libro “Mi Lucha” o “Mein Kampf”, donde expone su ideología. Hasta la fecha sigue siendo cárcel y un policía de Múnich me dijo alguna vez que en la cárcel de Landsberg es donde están los criminales más peligrosos.
Si llegas por tren a la ciudad, lo primero que verás del lugar será el puente y la cascada del río Lech, y en el fondo varias casitas de diferentes colores. Es una vista hermosa.
Te recomiendo que recorras el centro de Landsberg y sus alrededores, lo que antes era el castillo. Encontrarás construcciones realmente bellas, -caracterizadas por sus casas angostas y altas con tejados rojos y flores que decoran las ventanas; algunas casas tienen pinturas en sus fachadas, por ejemplo el Rathaus o Alcaldía-, calles empedradas, muchos cafés, neverías, chocolaterías finas y tiendas de todo tipo; verás lo que queda de la muralla con sus torres, las principales son la “Schmalzturm” y la “Bayertor” ambas de estilo gótico.
La “Schmalzturm” se encuentra justo en el centro o Hauptplatz, ésta torre tiene un reloj y fue la primera entrada que se hizo a la ciudad. Para llegar a la torre “Bayertor” tienes que escalar un poco la montaña, es algo cansado, pero ya que llegas a la torre puedes subirla y tienes una vista muy linda enmarcada por los Alpes.
La Iglesia “Maria Himmelfahrt” o “La ascención de María” ubicada en el centro, es la más importante ya que se inició su construcción en 1219, originalmente tenía estilo románico, pero a lo largo del tiempo ha sido renovada y ha pasado por otros estilos como el barroco. Hasta la fecha está muy bien conservada y es muy bonita.
Cuando en verano hace demasiado calor -algunas veces hasta 40°-, la gente suele meterse al Lech a nadar y se echa clavados desde el puente que se ve al principio cuando llegas en el tren, no obstante el agua sigue estando helada; los italianos llegan sólo en verano a Landsberg, aprovechando la temporada y venden sus famosos Gelatos.
Si quieres un momento de tranquilidad y meditación es ideal dar un paseo a la orilla del Lech. En la caminata seguro verás la “Torre de la Madre” o “Mutterturm” mandada a construir por el artista Hubert von Herkomer para su madre. Hoy en día se usa para eventos como bodas o celebraciones importantes.
En invierno también es un lugar muy lindo que merece ser visitado a pesar del frío que se te mete hasta en los huesos. Todos los tejados que en verano son rojos, en invierno se convierten en blancos y de verdad es un retrato maravilloso por si te gusta pintar. Se parece al cuento de Hänsel y Gretel.
Cerca de Landsberg hay un lugar llamado Kaltenberg, donde cada año se hace una feria que incluye un mercado y un espectáculo de torneos de caballeros medievales. En ese lugar no sientes que vives en el siglo XXI sino en la edad media. La atmósfera se siente muy real por la vestimenta, la iluminación y todo el ambiente en general.
Otro lugar no muy lejos de Landsberg es el famoso castillo de Neuschwanstein, construido por el rey Luis II que quería alejarse de la vida pública. Hoy en día Neuschwanstein es uno de los castillos más visitados de toda Europa y uno de los principales ingresos del estado de Baviera. Un dato curioso es que Walt Disney se inspiró en este castillo para hacer el de Disneyland.
La comida típica de la región de Bavaria es muy rica. Hay un restaurante en el centro que se llama “Gasthof Zum Mohren” donde sirven platillos típicos como Weißwurst, Leberkäse -embutidos usualmente comidos con mostaza dulce- y un pretzel; también están los platillos hechos de harina y pastas como los Spetzle, y Knödel que son bolas de pasta que adentro tienen pan o hígado o ciruelas o papas, los platillos hechos de carne de cerdo y res acompañados de papas son típicos, al igual que el pastel de cebolla.
Los postres típicos son: el Kaiserschmarrn que son trozos de crepas con azúcar glass y puré de manzana, el Apfelstrudel (strudel de manzana), el Pfannkuchen que son muy parecidos a las crepas y el Pflaumenkuchen que es un pastel de ciruelas.
Para beber es ideal una buena cerveza y en invierno se bebe el vino caliente con miel o en alemán “Glühwein”.
Ve a Landsberg, conoce, disfruta y crea tu propio cuento, tienes todos los elementos para hacerlo.
“El objetivo de viajar es regular la imaginación con la realidad, en lugar de pensar como podrían ser las cosas, verlas como realmente son” – Samuel Johnson
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